Asunto: Saludable debate. El “surgimiento” del nadaísmo. Desarrollos. Poetas. Amigos de NTC …
Me siento muy contento de que un saludable debate se haya despertado con relación al Conversatorio en Tulua sobre poesía colombiana. Debo aclarar que cometí un error al señalar el "surgimiento" del nadaísmo en Cali. Si bien es cierto que la candela nadaísta se prendió primero en Medellín, fue en Cali donde Gonzalo Arango, exiliado en la casa de Hernán Nicholls, el publicista, escribió en 1958 su famoso primer Manifiesto Nadaísta, y con él fue a reconquistar Medellín. Gonzalo estaba en Cali, luego de una temporada en Chocó, huyendo de un posible linchamiento ya que como adscripto al MAN, movimiento rojaspinillista, a la caida de Rojas Pinilla su situación se tornó muy peligrosa.
Pocos meses después de empezar el nadaísmo en Medellín, ya en 1959, regresa a Cali (no varios años después como señala Eduardo Escobar), y allí se une a Jotamario Arbeláez, Jaime Jaramillo Escobar, Dukardo Hinestroza y Alfredo Sánchez entre otros. Elmo Valencia según tengo entendido aparecerá después. En lo que a mi respecta me acerco al nadaísmo hacia finales de 1960, comienzos del 61.
Aunque esto dirime un poco la pelea regional, creo que acentúa un hecho importante: el nadaísmo es un movimiento de provincia. Es la primera vez que un movimiento cultural, por así decir, emerge en la provincia colombiana y se toma el país. Otras agrupaciones, como la de los Panidas en Medellín o la de La Cueva en Barranquilla, son bien importantes, pero no trascienden a nivel nacional, desde el punto de vista de movimientos literarios. Sólo son sus integrantes los que nos darán algunos de los mejores poetas y prosistas colombianos. El hecho de que el movimiento nadaísta es un movimiento provinciano es muy importante, y podrá estudiarse cuando nuestros muchachos empiecen a hacer análisis verdaderamente académicos de los campos literarios en Colombia. No improvisar el estudio de la poesía colombiana como lo han hecho nuestros "acomodados" críticos de la "pobreza". Hay que incluir aquí la lamentable Historia de la Poesía Colombiana, organizada por María M. Carranza, donde sólo se salvan unos pocos ensayos.
Es interesante que estemos debatiendo en Colombia todavía la importancia o nó del nadaísmo, cuando en otros países estos movimientos de vanguardia de los 60 ya están bien clasificados y estudiados. Yo creo que esto se debe a varios factores:
Primero, el nadaísmo, gracias a la labor incansable y loable de Jotamario, ha continuado vivo. Tan vivo que hoy mi Antología del Nadaísmo, publicada por la Biblioteca Sibila en España, es uno de los libros más vendidos por esta editorial, no sólo en España sino en México y Argentina, sin decir Colombia donde su buena venta es obvia. Segundo: El nadaísmo era un atentado contra el establishment literario colombiano, especialmente para los que se sentían herederos de la "tradición de la riqueza". Tercero: Como resultado de esto el nadaísmo tiene que ser negado y hay que descalificar a sus integrantes. Una manera fácil pero inteligente de desintegrar el movimiento es señalar un Buen Poeta y descalificar a los demás. Se entroniza así la figura de Jaime Jaramillo Escobar como el Gran Poeta del nadaísmo (título que a él personalmente no le interesa para nada). Todos los otros poetas son descalificados, como si el nadaísmo hubiera sido una escuela literaria, con una medida poética para sus integrantes. Nada más lejos de la realidad, cuando los nadaístas tienen cada uno una estética diferente.
Si se mira bien, se podría incluir fácilmente como poetas del nadaísmo a Juan Manuel Roca, quien estuvo bien cerca del movimiento a finales de los 60, y Elkin Restrepo, quien estuvo cerca un poco antes. Ahora bien, ¿por qué nadie discute la estética y la calidad de estos poetas? La respuesta es clara, no figuraron dentro del nadaísmo, por lo tanto no son descalificables. Esta es también la razón por la cual Mario Rivero hasta sus últimos días seguía insistiendo que no lo afiliaran para nada con el nadaísmo, cuando la verdad es que Mario fue impulsado por Gonzalo y por los nadaístas, y mucho debe la visibilidad de su primera obra poética, la mejor, a los nadaístas. Mario pensaba que la posteridad estaba en manos de la "Generación sin nombre".
Corolario: el nadaísmo continúa siendo una cosa abominable, como me decía un profesor de mi colegio en Cali, por la sencilla razón de que todavía es una espina en el sitio donde tienen que sentarse algunos de los que escriben la "bella" poesía colombiana, y es buena hora de que los poetas jóvenes empiecen a abrir los ojos, se dejen de estar pensando en la gloria postmodernista, y se dediquen a comprender y estudiar bien nuestra tradición literaria, a reescribir esa historia, aunque esto signifique que empiecen por criticar también mis libros, ¿por qué no?
Cordialmente, Armando Romero
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De Julián Malatesta
Para "NTC ..."
Fecha Cali, 17 de octubre de 2011, 22:05
Asunto Derivaciones y desarrollos del “Conversatorio sobre la poesía colombiana”, UCEVA, Tuluá. Oct. 14, 2011. Esta alegre conversación. Debate. Mi manifiesto.
Apreciados NTC …
Como siempre este medio que se inventaron alborota el cotarro y nos alista a una conversación que anhelamos y que a veces es difícil de consagrar por los medios habituales.
A mi me parece que la periodización es un recurso inocuo si no ayuda a configurar un ámbito histórico que supere la soberbia de los nombres situados por encima de su entorno social, cultural y político. Tal como se está presentando esta alegre conversación, conduce a que se gestionen reclamos sobre quién estuvo en el lugar, quién llegó primero, quién llegó después, en que esquina de barrio o ciudad se encontró, de qué bar salieron los primeros infundios, insultos o declaraciones, y eso no sería grave, si no es porque exonera de responsabilidad a unas elites locales y nacionales que regentaron la dirección del Estado y la sociedad en esos períodos y que condujeron al país a esa oscuridad que no termina, y donde se agita el comercio de la sangre, el despojo, el robo del territorio y la lapidación pública a aquellos que han tenido el valor de señalar y advertir el aciago destino de nuestro país.
En este ámbito es que me parece justo situar a los nadaístas, someterlos a crítica, tanto en su dimensión estética como en su caótico devenir político, reconociendo su valor, su temeridad para enfrentar en situación como diría el propio Armando, la adversidad de este pedazo de tierra que nos tocó en suerte. Recuerden "La elegía a Desquite" de Gonzalo Arango, o esa estremecedora crónica sobre la masacre de los indígenas de Planas Tolima; y en el terreno literario ese bello texto escrito a propósito de la muerte de André Bretón. Del mismo modo la capitulación, la entrega al establecimiento, el sacrificio de la libertad por el aplauso fácil y la efímera prebenda que algunos de sus protagonistas exhiben en agazajos, coteles y pequeños aquelarres donde se tramita la deshonra y la genuflexión. Pero independientemente de estas pequeñas peripecias de la condición humana, la poesía colombiana hay que leerla con el barro que moldean los creadores y con el fango que pisan sus orfebres, hay que leerla con el júbilo cuando celebramos el poema y con el desaliento que produce el desarraigo y la falta de encuentro en un país que se construye a diario en plena demolición.
Por eso comparto la posición de Santiago Espinosa, quien ha enviado un texto fuerte y desolador cuando habla de su generación, pero también es un texto valiente, que señala sin dobleces sus puntos de vista. Ese es mi intento, quizá no fue suficiente y en ese improvisado coloquio pague uno el tributo de haber producido olvidos imperdonables. Por eso, amigos de NTC …, les estoy enviando un documento que es mi manifiesto* para esta sabrosa contienda con la palabra.
Cordialmente, Julián Malatesta*
* LA GLORIA DE ESTE PAÍS NO SON SUS POETAS, SON SUS CATÁSTROFES MILITARES
Por Julián Malatesta *
Profesor Titular: Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle
Ponencia presentada en el marco del Segundo Congreso de Poesía en Lengua Española desde la Perspectiva del Siglo XXI, convocado por el Instituto Caro y Cuervo del 13 al 17 de agosto de 2.001, Bogotá Colombia.