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DEJARSE LLEVAR
POESÍA
Monique Facuseh
PRÓLOGO POR Lauren Mendinueta
Primera edición: marzo de 2024. Páginas: 160
Ediciones Exilio
https://www.facebook.com/ediciones.exilio.54
fundacionexilio@gmail.com
Ilustración de portada: acuarela de Gabriela Pacific
Correo: gpacificg@gmail.com
Impresión:
Editorial Gente Nueva. Bogotá
Teléfonos: (601)3202971 / (601)3202840
Dulce como las manos de la abuela.
A Petra Andón de Facuseh
A los que fuimos
A Ricardo Selim y Jorge Luis
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PRÓLOGO
Monique Facuseh,
la poeta que toca el tiempo
Lauren Mendinueta ( https://www.facebook.com/lauren.mendinueta.3/?locale=es_LA )
La poesía, al igual que el amor, va resistiendo los embates
del tiempo entre ruinas. Monique Facuseh ha hilado esta
verdad en su libro con palabras que saben nombrar el amor
y la pérdida: En algún lugar, / hay alguien que se ausenta/ mirando sin mirar. Es la poeta ese alguien que se marcha, aunque
está presente; ese alguien que mira sin saber lo que mira, y
va revelándonos, verso a verso, lo más oculto de la experiencia. El poema continúa diciéndonos: La lejanía es ese baúl/
donde descansan los pesares. En el libro Dejarse llevar el paisaje
poético corresponde a un paradigma astuto: En algún lugar,/
alguien desearía no estarlo.
Toda escritura poética es un proceso, nunca un resultado, un
trabajo constante por traer algo desde la distancia —lejanía
temporal, espacial o psicológica—, hasta el lugar sin espacio
ni tiempo que forman las palabras, ese baúl contenedor del
poema. En el poema somos y no somos, y sin sombra de
duda, existimos. El poema es el baúl y todo cuanto encierra
el baúl. Nosotros, dice Facuseh, somos los contenidos. Vamos
caminando en lontananza, vislumbrando lo que de nosotros
mismos a duras penas podemos ver.
Quizás el asunto central de este libro de Facuseh sea el tiempo. Compartimos, el ocio de estar vivos/ confabulados en la armadura del tiempo,/ en lo irreversible de la soledad. El tiempo, que es
uno de los temas principales de la poesía y la filosofía, no es
un asunto personal, es nuestro problema en cuanto seres humanos sensibles y pensantes. Abundan en estos poemas de
Facuseh las reflexiones sobre el tiempo ligadas sobre todo al
deterioro y a los irremediables estragos que causa. La consciencia no es otra cosa que la percepción de que existimos en
el tiempo, la poeta lo sabe y lo dice en su poesía. El tiempo es
aquello que nos transporta, es una metáfora, una imagen y
simultáneamente también es aquello que nos devora y acaba
por desaparecernos: No hay escape para la boca/ desmesurada
del tiempo.
Para San Agustín el tiempo no es un objeto, o una cosa sobre
la que podamos poner la mano. Sin embargo, en un poema como “Efeméride”, Monique Facuseh nos propone una
materialidad palpable de lo temporal. La voz poética empezará por evocar a la muerte, precisamente, reconociendo
que la muerte es la ausencia de la consciencia propia: Pronto
no sabré de mí. Y de inmediato, este mecanismo poético que
evoqué antes, el de la materialización del tiempo, se pone
en marcha:
Seré una ruina más
desvencijándose de a poco,
palideciendo como un color
que se ha rendido ante el tiempo.
Pronto seré una puerta a medio cerrar.
Una casa abandonada
con la sola luz de sus sombras.
Un dibujo mustio que alguna vez
pintó el asombro.
Pronto caeré a pedazos.
Seré tierra y olvido.
Un suceso más.
Una historia para ser contada.
Una efeméride.
Las imágenes del poema “Efeméride” son palpables, podemos pasar la mano sobre ellas y reconocer su existencia material. Su lectura me recordó otro poema, muy importante
dentro de nuestra tradición literaria, “Alguien se salva por
escuchar al ruiseñor”, del maestro Giovanni Quessep. Veamos:
Digamos que una tarde
el ruiseñor cantó
sobre esta piedra
porque al tocarla
el tiempo no nos hiere
no todo es tuyo olvido
algo nos queda
Entre las ruinas pienso
que nunca será polvo
quien vio su vuelo o escuchó su canto.
En ambos poemas tiempo y olvido confluyen. La historia
de la humanidad, en occidente al menos, sólo puede comprenderse, sólo puede leerse, como una especie de peripecia
de orden histórica en la que estamos todos ligados. Comprendemos el ser en relación con la historia del ser, como un
“ser en el tiempo”. Esa experiencia corresponde al descubrimiento de la historicidad como un asunto fundamental de
lo humano. Es una especie de fijación de nuestra consciencia
de ser una consciencia histórica, y de nosotros no poder separarnos de esa historicidad, de ese conjunto de peripecias que
forman la vida humana.
Hay en el libro de Facuseh elementos simbólicos, y una conversación muy seria de la poeta con la tradición literaria.
Un ejemplo de ello lo encontramos en el poema “La planta”
cuando la poeta vuelve al tiempo, pero esta vez usando la
imagen clásica del cuello del cisne:
Qué será de la planta en su final
después de darnos día tras día
su furor,
de resistir inviernos y veranos
y a veces nuestra indiferencia,
el cuello de cisne del tiempo.
Qué será de nosotros entre tanto olvido.
En la tradición griega, el cisne era el acompañante inseparable de Apolo, dios de la música, de la poesía y la adivinación. Al nacer Apolo, siete cisnes sagrados le dan la vuelta
siete veces a la isla de Delos. Después, Zeus le ofrece a Apolo
el regalo de la lira. Por esta razón, en la tradición griega el
cisne es el emblema del poeta inspirado. No es casualidad
que existan muchísimas alusiones al cisne, en general, y a
su cuello, en particular, en la poesía de Rubén Darío, por
ejemplo. Recuerdo los versos de Darío en el poema “Los cisnes IV”, cuando escribe —en una clara evocación del cuello
del cisne como símbolo sexual masculino—: el luminoso cuello
estirado/ entre los blancos muslos de Leda.
En “La Planta”, de Monique Facuseh, el simbolismo es muy
diferente al de Darío. Su imagen estaría, quizás, más cercana,
aunque opuesta, a la del poeta mexicano Enrique González
Martínez, quien de manera simbólica da muerte al Modernismo con sus versos: Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje (…)/él pasea su gracia no más, pero no siente/el alma de las
cosas ni la voz del paisaje. En el poema de Facuseh, la planta, es
un ser efímero que sí siente, cuando el tiempo cuello de cisne,
termina por marcar su destino, que es el mismo destino de lo
humano, la muerte. Algo similar, pero aún más contundente
encontramos en el poema “Reloj de arena”: Segura estoy, que
de este mundo/ me iré incompleta.
Dejarse llevar es un libro que me ha emocionado. En sus páginas encontré poemas de extraordinaria belleza, concreción
y exactitud. Nada sobra, nada falta en poemas como “Nombre”, “Reloj de arena”, “Punto ciego”, “Ángel”, “La carrera”,
“Oro del tiempo”, “Estar vivo”, y en muchos otros, en los que
la poeta se muestra ante sus lectores como maestra y dueña
de su oficio, especialmente diestra en la escritura del poema
breve. Monique Facuseh pertenece a la mejor tradición de la
poesía colombiana, esa que huye de la palabra vana y la retórica de folletín. Su tradición es la de poetas como Carmelina
Soto, Meira Delmar, José Manuel Arango, Giovanni Quessep
y Aurelio Arturo. Su poesía es serena, reflexiva y justa. Este
libro merece ser leído y celebrado.
Lauren Mendinueta
Lisboa, febrero de 2024
Contenido General
Monique Facuseh,
la poeta que toca el tiempo
Sesiones
POEMAS DE 2022
LA ESTATURA DEL POEMA
POEMAS DE 2023
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Muestra de poemas:
Tomados de https://www.facebook.com/ediciones.exilio.54 (Abril 2 al 5, 2024)
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Este libro se terminó de imprimir para
Ediciones Exilio en el mes de marzo de 2024
en los talleres gráficos de
Gente Nueva Editorial
en el barrio Teusaquillo de Bogotá.
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NTC … edición digital-virtual del
libro completo
https://drive.google.com/file/d/1THRmPfUuyAmzpBA5WV4l2glOWJXlfL3i/view
Allí se puede leer
y/o descargar
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Formato CALAMEÓ
https://www.calameo.com/read/000948328a50724215c7b
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MONIQUE FACUSEH
CONVERSA CON
MIGUEL IRIARTE
FUNDACIÓN LA CUEVA
https://fundacionlacueva.org/
https://www.facebook.com/fundlacueva
Mayo 18, 2024 . 10:00 AM

A propósito de su más reciente poemario: "DEJARSE LLEVAR" MONIQUE FACUSEH ha publicado nueve libros de poemas: Interno, 1992; Ciudad al fondo, 1995; Entre tonos, 1998; Lianas, 2009; Palabras que marcan, 2016; Partitura cotidiana, 2018; Maneras de decir, 2020; Reveses, 2022; Y DEJARSE LLEVAR, 2024, libros todos escritos en un lenguaje que se sentía claramente como parte de una corriente que fluía serpenteando de libro en libro como una línea de palabras y de imágenes que nos hablaban desde algún lugar conflictuado de su existencia de mujer y de poeta, en versos que acudían en su expresión al "reino de las imágenes", creando con ello un sistema de significación en el que la referencia oblicua, indirecta y alterna de la metáfora le servía para nombrar su mirada crítica del amor y del mundo, y con él reafirmaba "lo que siempre han significado los símbolos sagrados, y desacralizados, de la memoria, la nostalgia, las agresiones del tiempo y de la soledad, el sobrevuelo omnipresente de la muerte...", como dije alguna vez, hace ya muchos años, cuando escribí una nota para presentar su primer libro de poemas, pero que en este libro esa escritura se convierte en otra cosa.
VIDEO,
01:27:10
Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=5RShMBo4CbU
Facebook: https://www.facebook.com/fundlacueva/videos/1142109800444845
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NTC ... ENLACES sobre LA POETA
Incluye, además, el libro
MANERAS DE DECIR
Monique Facuseh *
Ediciones Exilio **
Edición impresa. 1a Edición Marzo 2020
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NTC … 12 de septiembre de 2016

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http://ntc-libros-de-poesia.blogspot.com/2016_09_12_archive.html