.
Cali, Colombia.
---
Algunos de estos poemas y otros se presentarán el 4 de Octubre 2008 en evento especial:
Noche de música y poesía en Hartford, Word, Deed and Heart , ver:
.POEMAS SELECTOS
(1987-1998)
Por MEDARDO ARIAS SATIZABAL*
Buenaventura, Colombia (1956)
. .
Las traducciones fueron realizadas por George Abdelnour, profesor del Departamento de Lenguas Modernas y Literatura de Trinity College en Hartford, Connecticut.
RAZONES PARA ESTAR VIVO
Puedo dar fe de la pulpa de las peras,
del jugo lechoso de las manzanas amarillas,
del vino rojo, espeso y dulce de los mangos
escurriendo entre mis dedos,
del perfume edénico del limonero
en la medianoche de las neblinas
y de esta fragancia frutal que me lleva
por el aire del trópico
frutanauta encantado.
Puedo dar fe, otra vez,
de las mandarinas que nos presienten
desde sus cascos de suave almíbar
de los aguacates que se pliegan a las cucharas
con la suavidad de un beso,
del melón en la nítida luz de la mesa,
de las guanábanas abiertas en la tierra
desgajadas al mundo desde su leve madurez,
de los zapotes derramados a la avidez del ojo,
su fibra de miel desnuda,
su impúdica pulpa
exhibida en la carreta
entre al ardoroso atardecer de un lunes santo.
Puedo dar fe del viscoso almíbar de los caimitos,
de su néctar más hondo.
¡Ah!, qué decir de las badeas,
su frondoso techo vegetal
sobre nuestro vocerío infantil,
sus jugos saciados por la sed de los pájaros,
perfume ventilando el recuerdo.
También sé que las piñas guardan
la húmeda serenidad de azúcares recónditos,
que la papaya juega a ser humilde
y es doncella de insospechadas lujurias.
Me perdonan las frutas que ahora no puedo recordar,
pero la carne tierna de las pipas,
cocos mecidos en el parto de las palmeras,
confirma otro motivo para estar vivo.
Doy gracias por el agua del coco
dulce como tus pezones
entre el sueño de las sábanas,
bebida silvestre a la boca del errante,
agua destilada del océano,
savia venida del corazón de las ballenas.
gracias doy por estos dones;
gracias, muchas gracias!
--------------------------------
REASONS FOR STAYING ALIVE [1]
I can attest to the pulp of pears,
to the milky fruit-juice of yellow apples,
to the nectar, thick and sweet, of red mangoes
running down my fingers,
to the heavenly scent of the lemon tree
of midnight mist
and to this fruit-bearing fragrance that takes me
across a tropical breeze
like an enchanted fruit-nut.
I can also attest to
the tangerines that sense us
from their skins of soft syrup,
to the avocados that cling to spoonfuls
with the tenderness of a kiss,
to the melon on the table under a clear light
to the soursop gashing on the ground
picked to the world just-grown
to the zapotes fallen with eye-speed,
their fiber of naked honey,
their inmodest sap,
displayed on the fruit-cart
on a fiery afternoon of a holy Monday.
I can attest to the thick syrup of caimitos,
to its deepest nectar.
And what to say of the badeas,
their verdant leafy roof
over our childish uproar,
their juice sapped by birds’ thirst,
scent fanning memory.
I also know that pineapples hold
the moist serenity of hidden sugar,
that the papaya feigns humility
but is a damsel o unsuspecting lust.
May the fruits I can’t remember now forgive me,
but the tender flesh of pipes,
of coconuts cradled in palm-bosoms,
assures another reason for staying alive.
I give thanks for coconut-water
sweet as your nipples
amid the slumber of sheets,
wild drink in the wanderer’s mouth,
water dribbling from an ocean,
marrow from a whale’s heart.
I give thanks for these gifts;
thank you, thank you very much.
–
ANGEL DE LA GUARDA
Se que aun,
aquel ángel delgado de pesadísimas alas,
viene en las noches, entra en mi casa, sin tocar,
para medirse mis ropas,
mientras duermo.
Aquel saco del fondo del closet,
le va bien;
también la bufanda para las noches frías,
mis zapatos sieteleguas.
Tiene la voz de una mujer;
sus ojos son, lo sé,
del mismo color de los cuchillos nuevos;
se va con la aurora,
dejando plumas en las ventanas
y ese olor de pájaro leal.
Hoy, sinembargo, me ha dejado
una pesada responsabilidad:
No sé qué haré con su espada de oro
en esta ciudad
donde escasean los justos.
--------------------------
GUARDIAN ANGEL
I know that still,
that slim angel with ponderous wings,
comes at night,
enters my home, without knocking,
to try on my clothes
while I sleep.
That jacket from deep inside the closet,
fits him well.
As does the scarf on cold nights,
my seven league boots.
He has the voice of a woman;
his eyes, I know,
the color of new knives;
he takes off a dawn,
trailing feathers on window- sills
and that smell of loyal bird.
But today he’s left me
a heavy responsibility:
I don’t know what to do with his gilded sword
in this city
lacking of the just.
–
(SIN TITULO)
Quiero saber a dónde van
tus tibios cansancios,
cuando el amor ha pasado
como un potro sobre nosotros.
Duermes y te beso la boca,
te bebo los ojos paa viajar
también,
en ese tren de noche
que se lleva mis sueños.
Después que los pálpitos redoblan,
tambor de parche tenso,
vienen estos retozos en los que nos mecemos
buscando acaso una isla segura
donde fondear nuestro amor...
Pero la noche canta aún en las velas
y volvemos a iniciar este rito
para anima el corazón,
para sentir que estamos vivos
bajo la Vía Láctea
y con los besos.
--------------------------
(UNTITLED)
I would like to know where it goes
your tender fatigue,
after love like a colt
has trampled over us.
Your slumber and I kiss your mouth,
I drink in your eyes so I can journey
as well
on that night-train
that takes away my dreams.
After the drum-roll of heart -beats,
taut-skinned drum,
come these romps in which we rock
searching perhaps for a safe island
in which to anchor our love...
But the night sings in the candles
and we beget once more the ritual
to enlighten the heart,
to feel that we’re living
under the Milky Way
and with kisses.
–
ELLAS, LAS PALABRAS, VIEJAS MERETRICES
Ayer dije “ojalá”
¡Oh Alá!,
¿Vienen de dónde las palabras?
Tras ellas viaja un rumor de guerra.
Lo sé.
La desdentada herencia
de tanto paria al pairo,
el vicio negro de las caries
la claridad de un día.
¿Quiénes fundaron esta larga letanía de embaucadores,
esta sorda criba donde nos agotamos, sin poder saltar
siquiera
el muro del patio?
Qué dirá el pájaro Fichofué
desde su rama, me pregunto entonces,
quién congeló su canto
diferenciado de ese enjambre parlero
que nos acosa desde el orígen.
Nosotros, practicantes de escasos idiomas,
oficiantes de pocas lenguas
moriremos sin conocer el paraíso
nadie destapará el cofre de esa gramática,
las señales del arco iris
su ruta,
todo el universo
en la simplicidad de un trino.
------------------------
THEY, THE WORDS, OLD HARLOTS
Yesterday I uttered “ojalá”,
Oh, Allah!
They come from where, these words?
Beneath them trembles a murmur of war.
I know.
The disowned legacy
of some pariahs lied to,
the black vice of decay
the clarity of one day.
Who founded this long
litany of swindlers,
this silent sieve where
we exhaust ourselves, unable
to let go even of the patio’s wall?
What will the bird Fichofué say
perched on a limb, I ask myself then,
who froze his song
differentiated from that gossipy multitude
that pursues us from the origin.
Practitioners of bare
tongues
celebrants of few languages
we shall die strangers to paradise
no one will lay open that grammar’s coffer,
the rainbow’s signs
its path
the entire universe
in the simplicity of a trill.
–
TANGERINE NIGHTS
Para Lise
Y estoy de pronto entre las noches anaranjadas
donde la nieve hace su oración de silencios
su letanía de tenues pisadas
hielo cernido en millones de volutas de seda
que piden callar a los grandes rumores,
a los cercanos y lejanos
a la voz rocosa del Atlántico norte
que trae sal en el viento,
al fondo iluminado
verde y azul
del Mar de los Sargazos,
y a esa música imperfecta que sube de la ciudad
y de las calles.
Cerca de aquí duerme el monstruo
la Nueva York del cuento
la del acero ensangrentado
la nieve también ora por ella
mientra crepita nuestra cocina
porque el pescado canta
en el aceite de oliva
y las ventanas traen viejas canciones de cuna.
Nuestro amor es sereno como estas noches rosadas
cuando la tierra es un templo blanco,
flauta dulce llamando al sueño
y al abrazo.
Hartford, Nueva Inglaterra, 11 de diciembre de 1997
--------------------------------
TANGERINE NIGHTS
For Lise
And so I’m suddenly amid tangerine nights
when the snow delivers its prayer of silence
its litany of soft foot-steps
ice sifted into a million wisps of silk
begging silent the great rumours,
the ones near and far
the rocky voice of the North Atlantic
whose breeze delivers salt
to the lighted depths
green and blue
of the Sargasso Sea,
and that imperfect song billowing from the city
and from the streets.
The monster sleeps nearby
the New York of the tale
of the bloodied steel
the snow also prays for it
while our kitchen crackles
because the fish is singing
in the olive-oil
and while the windows bring old
lullabies.
Our love is as serene as these rose nights when
the world is a white temple,
sweet flute beckoning sleep
and an embrace.
Hartford, December 11, 1997
–
BANANA’S FANTASY
Mirando aquella Reader’s Digest
de 1952, encontré un aviso
con más sabor que el Lucky Strike
y más fama que los radios Phillips:
“Cada día la mano cordial de los agricultores
del trópico, envía bananos a los fruteros del mundo
para estimular el intercambio que fortalece
las naciones de las Américas...”
UNITED FRUIT COMPANY
Colombia-Costa Rica-Cuba-República Dominicana-
Ecuador-Guatemala-Honduras-Nicaragua-Panamá (...”)
¿A todas éstas,
qué se habrá hecho
mi sombrero canotier,
y aquella camisa de palmeras?
------------------------------
BANANA’S FANTASY
Glancing at that Reader’s Digest
from 1952, I happened on an ad
with more flavor than Lucky Strikes
and more popular than Phillips radios:
“Each day the cordial hands
of tropical farmers send
banana-bushels
to the world’s fruit-shops
to stimulate the commercial
exchange that strengthen
the nations of the Americas...
UNITED FRUIT COMPANY
Colombia- Costa Rica- Cuba- Dominican Republic- Ecuador-
Guatemala- Honduras- Nicaragua- Panamá (...”)
Tel me now, what happened
to my straw hat and
that shirt laden with palm-trees?
–
ISLAS MALDITAS
Islas de piñas rojas
donde la muerte tiende su estera.
Llegaré hasta ahí
llevado por esta brisa de grumos.
Paso por ellas sin ver
a los borrachos llamando
desde la orilla,
vendedores de llaveros
traficantes de calabazas.
He llegado al fin
junto al templo canceroso
donde un pintor de artes del siglo
dejó sus frutos sombríos.
Un barco ha encallado en el huerto;
por la puerta abierta veo
la cena cavernosa de los obispos
sus dedos disecados sobre larga mesa,
dormidos
en la telaraña de soles derribados.
La flor dulce de los camposantos
vendrá a despertarlos,
en el viento tibio que gasta
el oro opaco de estos recintos.
-----------------------------
DAMNED ISLANDS
Islands of red pineapples
where death hangs its pall.
I’ll get there
carried by this breeze of crumbs.
I pass over them blind
to the drunkards summoning
from the shores,
sellers of key chains
merchants of pumpkins.
I’ve finally reached
the cancerous temple
where a painter of
this century
has left his somber offspring.
A ship has run aground in the garden;
trough the open door I see
the bishop’s cavernous supper
their shriveled fingers resting on the long table
slumbering under the web of fallen suns.
The sweet flower of burial grounds
will come to rouse them,
with the warm wind that wears
this precinct’s tarnished gold.
–
LA BALLENA Y EL FOTOGRAFO
La había visto por la ventana
de la casa en penumbras
cuando la noche de los faros
entraba
en el sueño de los grillos.
A través de las luciérnagas
iluminando el horizonte de aquel mar tenebroso
la ballena lo llamaba con su cola de adioses.
Hasta que la vió venir
en la madrugada mansa
dormida en el estertor de las olas.
Alistó su Kodak
y como un viejo amigo
le tendió la mano.
La ballena lo presintió desde sus sueños de aceite
desde las cuevas anteriores a la luz
donde un cristiano viejo avanzaba,
lámpara en mano,
entre el espinazo del cetáceo padre
anclado en las arenas de Aquitania.
Preparó el foco, dejando caer sobre ella
el vaho de avena de aquella mañana blanca.
Con la cola fosfórica, ahora cruda
entre la luz,
la misma de las despedidas en las noches,
lo empujó mar adentro,
hacia la profundidad de hielo
donde se hacen astillas los cristales.
Sentado en el aproche, el fotográfo espera ahora su momento,
con el vocerío de los braceros gritando en sus ojos.
Ella retozó con él y llevó su reflex
hasta las auroras glaciales
donde sus hijos comparten
el pan azul
de los témpanos boreales.
Los sueños le traen,
entre la música de los gritos marinos,
un coletazo como un flash
iluminando su noche.
-----------------------------
THE WHALE AND THE PHOTOGRAPHER
He’d seen her through the window
of the house in shadows
when night’s floodlights fell
on the crickets’ slumber.
The whale beckoned him
its tail bidding farewell
in the light of fireflies
of that dark sea’s horizon.
Until he saw her come
in the gentle dawn
sleeping on the calmed waves.
He readied his Kodak
and like an old friend
stretched out his hand.
The whale sensed him
in her unctuous dreams
in her ancient caverns
before the light of an Old Christian
proceeding, lantern in hand,
along the backbone of the cetacean father
beached on the sands of Aquitane.
He readied the lens and let fall
over her the foggy breath
of that white morning.
With the phosphoric tail, raw
in the light, that same one of
evenings’ farewells, she pushed him to sea,
toward the icy deep
where crystal splinters.
Seated on the pier, the photographer
awaits his moment,
dock-workers shouts
screaming in his eyes.
She frolicked with him and
took the flash
to the glacial dawns
where her children break
the blue bread
of northern ice.
Dreams deliver him,
along with music of maritime sounds,
a heavy tail-slap like a flash
brightening his evening.
–
CUANDO EL CINE LLEGO
La rueca del proyector
repite en la pared
los jabs silenciosos
de Joe Louis
sobre el rostro de Schmelling.
Los terrazgueros aplauden
sentados sobre troncos
en mitad de la plaza.
Un payaso venido de las sierras
transmite a voces
desde el carro de los vermífugos
y el eco de su corneta de latón
asordina
la tempestad próxima.
-----------------------------
WHEN THE MOVIES CAME TO TOWN
The projector’s wheel
replays on the wall
the silent jabs
of Joe Louis
against Schmellings’s face.
The peasants clap
seated on tree-trunks
in the middle of the square.
A clown come down from the sierras
broadcasts voices
from the vermifuges’ truck
while the echo of his brass horn
muffles the approaching storm.
–
SOLO ESO
Me ofrece una daga sarracena
un reloj de leontina
un camafeo inglés con una escena de caza
un cristo quiteño
una moneda cuadrada de un país remoto
una lámpara bohemia
un balancín
una campana sin badajo
una brújula
un santo sin ojos
una navaja turca
un breviario de nácar
un farol de madera
una pitola de cañón largo
un estilete
dos damajuanas para guardar aceite
un cofre de porcelana
un ciervo de bronce
una máquina Underwood...
Señor anticuario:
sólo ando buscando
unas muletas.
--------------------------------
SOLELY THAT
He offers me a Sarracen dagger
a pocket-watch
an English cameo with a hunting scene
a Christ from Quito
a square coin from a remote country
a bohemian lamp
a balancing pole
a bell without its clapper
a compass
an eyeless saint
a Turkish pocket-knife
a mother-of-pearl breviary
a wooden lantern
a long-barreled gun
a stiletto
two demijohns for holding oil
a porcelain coffer
a deer made of bronze
an Underwood typewriter.
Anticuarian, sir, all I’m looking for
is a pair of crutches.
–
LA PIPA DE PAPA
Antes de empezar a escribir,
fiera enjaulada,
doy veinte pasos adentro
de la casa,
veinte pasos afuera,
visito cinco veces el baño
y hago un inventario
de todo lo perdido:
Aquel libro de Flaubert,
robado por la buscona,
las gafas Rayban de mi padre,
verdes y fuertes en su estuche de cuero...
(En aquel tiempo la “Bauch & Lomb” hacía mejores
gafas para enviar a la guerra,
para que Mac Arthur las luciera
en los momentos históricos captados por LIFE).
Cuánto extraño esas antiparras
lucidas por el viejo en el primer
toque de la Sonora Matancera
en la isla.
Enumero después
el anillo de grado perdido en una prendería,
mi Remington portátil
robada por un mesonero
en una pensión de tierra fría,
-ojalá, a la Mano Poderosa
lo entrego, se encuentre ardiendo
en los profundos infiernos-
el libro de Stendhal, “Rojo y Negro”,
perdido en algún trasteo.
En aquella casa del barrio bohemio,
habitada por marihuaneros y mequetrefes,
alguien tomó de mi anaquel
“Hojas de Hierba”
dedicado por mi mejor amigo.
Ah...tendría que mencionar
también
los veinte poemas de amor
refundidos en un garaje
de mi primer divorcio.
La pipa de papá todavía ahumada
en sus bordes
como cachimba de marinero
también se extravió
no sé donde.
Esculco cajones
desempolvo retazos de tardes
nunca sabré de las cosas perdidas.
El casette,
el libro,
mis mancornas de escolar
con sus buhos de oropel desconchado
la vida es un reguero de olvidos.
Terminaré extraviado
sin saber quién me lleva
al paraíso
o a la ruina.
P.D.: Si alquien sabe de alguna de estas cosas, favor devolverlas al autor. Es por el tiempo acumulado en ellas.
-----------------------------
FATHER’S PIPE
Before beginning to write,
caged beast,
I take twenty steps inside
the house,
twenty outside,
visit the bathroom five times,
and take stock
of all that’s been lost:
That book by Flaubert,
picked by the swindler,
my father’s Ray Ban glasses,
green and sturdy in
their leather case... (At the time
Bauch & Laumb made better
eye-wear meant for the war,
so that McArthur could show them off
in those historical moments captured by LIFE).
How I miss those specs
worn by the old man on the island’s first
performance of Sonora Matancera.
I number then
the ring
willingly lost
in a second-hand shop,
my portable Remington
stolen by a keeper
of a boarding-house in a cold country
-I hope, I entreat the
Almighty, that
it may be found
burning in deep hell-
Stendhal’s book, “The Red and the Black”,
lost while moving.
In that house of the bohemian quarter,
inhabited by dope-fiends and whippersnappers,
someone took off my shelf
“Leaves of Grass”,
dedicated by my closest friend.
Oh...I should also mention
the twenty love poems
misplaced in a garage
of my first divorce.
Father’s pipe blackened
at the rim,
a sailor’s pipe,
mislaid also
I know not where.
I burrow through chests
dust off afternoon strips
I’ll never know what’s become
of lost things.
The cassette,
the book,
my school cufflinks
of rusty owls
life is a thin stream o forgetfulness.
I’ll wind up a stray
not knowing who’ll take me
to paradise
or to ruin.
P.S. If anyone knows the whereabouts of these things, please return them to the author. Due to the time residing in them.
–
*Libros publicados:
Luces de navegación, (Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 1987, Medellín,
Edit. Uniantioquia)
Las nueces del ruido (Premio Nacional de Poesía “Luis Carlos López”, Cartagena de Indias,
1989. Edit. Embalaje, Roldanillo)
Esta risa no es de loco (Premio Nacional de Cuento “Ciudad de Bogotá-V Centenario del
Descubrimiento”, 1992. Educar Editores, Bogotá)
De la hostia y la bombilla, el Pacífico en prosa, antología, 1992, ( Edit. Universidad del Valle,
Cali)
Jazz para difuntos (Novela, Xajamaia Editores, Bogotá 1993)
Su obra poética y en prosa aparece seleccionada en numerosas antologías colombianas y extranjeras.
En la actualidad Arias es corresponsal para los Estados Unidos de la revista Cambio de Colombia, cuyo presidente es el premio de Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, y columnista del diario HOY de Nueva York. Próximamente será presentada en España su novela “Que es un soplo la vida”, en la cual narra el retorno del cadáver del cantor de tangos Carlos Gardel, entre Colombia y Argentina en 1936. La novela aparecerá con el sello editorial Alcayuela, de Salamanca.
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[1] Las traducciones fueron realizadas por George Abdelnour, profesor del Departamento de Lenguas Modernas y Literatura de Trinity College en Hartford, Connecticut.
RAZONES PARA ESTAR VIVO
Puedo dar fe de la pulpa de las peras,
del jugo lechoso de las manzanas amarillas,
del vino rojo, espeso y dulce de los mangos
escurriendo entre mis dedos,
del perfume edénico del limonero
en la medianoche de las neblinas
y de esta fragancia frutal que me lleva
por el aire del trópico
frutanauta encantado.
Puedo dar fe, otra vez,
de las mandarinas que nos presienten
desde sus cascos de suave almíbar
de los aguacates que se pliegan a las cucharas
con la suavidad de un beso,
del melón en la nítida luz de la mesa,
de las guanábanas abiertas en la tierra
desgajadas al mundo desde su leve madurez,
de los zapotes derramados a la avidez del ojo,
su fibra de miel desnuda,
su impúdica pulpa
exhibida en la carreta
entre al ardoroso atardecer de un lunes santo.
Puedo dar fe del viscoso almíbar de los caimitos,
de su néctar más hondo.
¡Ah!, qué decir de las badeas,
su frondoso techo vegetal
sobre nuestro vocerío infantil,
sus jugos saciados por la sed de los pájaros,
perfume ventilando el recuerdo.
También sé que las piñas guardan
la húmeda serenidad de azúcares recónditos,
que la papaya juega a ser humilde
y es doncella de insospechadas lujurias.
Me perdonan las frutas que ahora no puedo recordar,
pero la carne tierna de las pipas,
cocos mecidos en el parto de las palmeras,
confirma otro motivo para estar vivo.
Doy gracias por el agua del coco
dulce como tus pezones
entre el sueño de las sábanas,
bebida silvestre a la boca del errante,
agua destilada del océano,
savia venida del corazón de las ballenas.
gracias doy por estos dones;
gracias, muchas gracias!
--------------------------------
REASONS FOR STAYING ALIVE [1]
I can attest to the pulp of pears,
to the milky fruit-juice of yellow apples,
to the nectar, thick and sweet, of red mangoes
running down my fingers,
to the heavenly scent of the lemon tree
of midnight mist
and to this fruit-bearing fragrance that takes me
across a tropical breeze
like an enchanted fruit-nut.
I can also attest to
the tangerines that sense us
from their skins of soft syrup,
to the avocados that cling to spoonfuls
with the tenderness of a kiss,
to the melon on the table under a clear light
to the soursop gashing on the ground
picked to the world just-grown
to the zapotes fallen with eye-speed,
their fiber of naked honey,
their inmodest sap,
displayed on the fruit-cart
on a fiery afternoon of a holy Monday.
I can attest to the thick syrup of caimitos,
to its deepest nectar.
And what to say of the badeas,
their verdant leafy roof
over our childish uproar,
their juice sapped by birds’ thirst,
scent fanning memory.
I also know that pineapples hold
the moist serenity of hidden sugar,
that the papaya feigns humility
but is a damsel o unsuspecting lust.
May the fruits I can’t remember now forgive me,
but the tender flesh of pipes,
of coconuts cradled in palm-bosoms,
assures another reason for staying alive.
I give thanks for coconut-water
sweet as your nipples
amid the slumber of sheets,
wild drink in the wanderer’s mouth,
water dribbling from an ocean,
marrow from a whale’s heart.
I give thanks for these gifts;
thank you, thank you very much.
–
ANGEL DE LA GUARDA
Se que aun,
aquel ángel delgado de pesadísimas alas,
viene en las noches, entra en mi casa, sin tocar,
para medirse mis ropas,
mientras duermo.
Aquel saco del fondo del closet,
le va bien;
también la bufanda para las noches frías,
mis zapatos sieteleguas.
Tiene la voz de una mujer;
sus ojos son, lo sé,
del mismo color de los cuchillos nuevos;
se va con la aurora,
dejando plumas en las ventanas
y ese olor de pájaro leal.
Hoy, sinembargo, me ha dejado
una pesada responsabilidad:
No sé qué haré con su espada de oro
en esta ciudad
donde escasean los justos.
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GUARDIAN ANGEL
I know that still,
that slim angel with ponderous wings,
comes at night,
enters my home, without knocking,
to try on my clothes
while I sleep.
That jacket from deep inside the closet,
fits him well.
As does the scarf on cold nights,
my seven league boots.
He has the voice of a woman;
his eyes, I know,
the color of new knives;
he takes off a dawn,
trailing feathers on window- sills
and that smell of loyal bird.
But today he’s left me
a heavy responsibility:
I don’t know what to do with his gilded sword
in this city
lacking of the just.
–
(SIN TITULO)
Quiero saber a dónde van
tus tibios cansancios,
cuando el amor ha pasado
como un potro sobre nosotros.
Duermes y te beso la boca,
te bebo los ojos paa viajar
también,
en ese tren de noche
que se lleva mis sueños.
Después que los pálpitos redoblan,
tambor de parche tenso,
vienen estos retozos en los que nos mecemos
buscando acaso una isla segura
donde fondear nuestro amor...
Pero la noche canta aún en las velas
y volvemos a iniciar este rito
para anima el corazón,
para sentir que estamos vivos
bajo la Vía Láctea
y con los besos.
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(UNTITLED)
I would like to know where it goes
your tender fatigue,
after love like a colt
has trampled over us.
Your slumber and I kiss your mouth,
I drink in your eyes so I can journey
as well
on that night-train
that takes away my dreams.
After the drum-roll of heart -beats,
taut-skinned drum,
come these romps in which we rock
searching perhaps for a safe island
in which to anchor our love...
But the night sings in the candles
and we beget once more the ritual
to enlighten the heart,
to feel that we’re living
under the Milky Way
and with kisses.
–
ELLAS, LAS PALABRAS, VIEJAS MERETRICES
Ayer dije “ojalá”
¡Oh Alá!,
¿Vienen de dónde las palabras?
Tras ellas viaja un rumor de guerra.
Lo sé.
La desdentada herencia
de tanto paria al pairo,
el vicio negro de las caries
la claridad de un día.
¿Quiénes fundaron esta larga letanía de embaucadores,
esta sorda criba donde nos agotamos, sin poder saltar
siquiera
el muro del patio?
Qué dirá el pájaro Fichofué
desde su rama, me pregunto entonces,
quién congeló su canto
diferenciado de ese enjambre parlero
que nos acosa desde el orígen.
Nosotros, practicantes de escasos idiomas,
oficiantes de pocas lenguas
moriremos sin conocer el paraíso
nadie destapará el cofre de esa gramática,
las señales del arco iris
su ruta,
todo el universo
en la simplicidad de un trino.
------------------------
THEY, THE WORDS, OLD HARLOTS
Yesterday I uttered “ojalá”,
Oh, Allah!
They come from where, these words?
Beneath them trembles a murmur of war.
I know.
The disowned legacy
of some pariahs lied to,
the black vice of decay
the clarity of one day.
Who founded this long
litany of swindlers,
this silent sieve where
we exhaust ourselves, unable
to let go even of the patio’s wall?
What will the bird Fichofué say
perched on a limb, I ask myself then,
who froze his song
differentiated from that gossipy multitude
that pursues us from the origin.
Practitioners of bare
tongues
celebrants of few languages
we shall die strangers to paradise
no one will lay open that grammar’s coffer,
the rainbow’s signs
its path
the entire universe
in the simplicity of a trill.
–
TANGERINE NIGHTS
Para Lise
Y estoy de pronto entre las noches anaranjadas
donde la nieve hace su oración de silencios
su letanía de tenues pisadas
hielo cernido en millones de volutas de seda
que piden callar a los grandes rumores,
a los cercanos y lejanos
a la voz rocosa del Atlántico norte
que trae sal en el viento,
al fondo iluminado
verde y azul
del Mar de los Sargazos,
y a esa música imperfecta que sube de la ciudad
y de las calles.
Cerca de aquí duerme el monstruo
la Nueva York del cuento
la del acero ensangrentado
la nieve también ora por ella
mientra crepita nuestra cocina
porque el pescado canta
en el aceite de oliva
y las ventanas traen viejas canciones de cuna.
Nuestro amor es sereno como estas noches rosadas
cuando la tierra es un templo blanco,
flauta dulce llamando al sueño
y al abrazo.
Hartford, Nueva Inglaterra, 11 de diciembre de 1997
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TANGERINE NIGHTS
For Lise
And so I’m suddenly amid tangerine nights
when the snow delivers its prayer of silence
its litany of soft foot-steps
ice sifted into a million wisps of silk
begging silent the great rumours,
the ones near and far
the rocky voice of the North Atlantic
whose breeze delivers salt
to the lighted depths
green and blue
of the Sargasso Sea,
and that imperfect song billowing from the city
and from the streets.
The monster sleeps nearby
the New York of the tale
of the bloodied steel
the snow also prays for it
while our kitchen crackles
because the fish is singing
in the olive-oil
and while the windows bring old
lullabies.
Our love is as serene as these rose nights when
the world is a white temple,
sweet flute beckoning sleep
and an embrace.
Hartford, December 11, 1997
–
BANANA’S FANTASY
Mirando aquella Reader’s Digest
de 1952, encontré un aviso
con más sabor que el Lucky Strike
y más fama que los radios Phillips:
“Cada día la mano cordial de los agricultores
del trópico, envía bananos a los fruteros del mundo
para estimular el intercambio que fortalece
las naciones de las Américas...”
UNITED FRUIT COMPANY
Colombia-Costa Rica-Cuba-República Dominicana-
Ecuador-Guatemala-Honduras-Nicaragua-Panamá (...”)
¿A todas éstas,
qué se habrá hecho
mi sombrero canotier,
y aquella camisa de palmeras?
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BANANA’S FANTASY
Glancing at that Reader’s Digest
from 1952, I happened on an ad
with more flavor than Lucky Strikes
and more popular than Phillips radios:
“Each day the cordial hands
of tropical farmers send
banana-bushels
to the world’s fruit-shops
to stimulate the commercial
exchange that strengthen
the nations of the Americas...
UNITED FRUIT COMPANY
Colombia- Costa Rica- Cuba- Dominican Republic- Ecuador-
Guatemala- Honduras- Nicaragua- Panamá (...”)
Tel me now, what happened
to my straw hat and
that shirt laden with palm-trees?
–
ISLAS MALDITAS
Islas de piñas rojas
donde la muerte tiende su estera.
Llegaré hasta ahí
llevado por esta brisa de grumos.
Paso por ellas sin ver
a los borrachos llamando
desde la orilla,
vendedores de llaveros
traficantes de calabazas.
He llegado al fin
junto al templo canceroso
donde un pintor de artes del siglo
dejó sus frutos sombríos.
Un barco ha encallado en el huerto;
por la puerta abierta veo
la cena cavernosa de los obispos
sus dedos disecados sobre larga mesa,
dormidos
en la telaraña de soles derribados.
La flor dulce de los camposantos
vendrá a despertarlos,
en el viento tibio que gasta
el oro opaco de estos recintos.
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DAMNED ISLANDS
Islands of red pineapples
where death hangs its pall.
I’ll get there
carried by this breeze of crumbs.
I pass over them blind
to the drunkards summoning
from the shores,
sellers of key chains
merchants of pumpkins.
I’ve finally reached
the cancerous temple
where a painter of
this century
has left his somber offspring.
A ship has run aground in the garden;
trough the open door I see
the bishop’s cavernous supper
their shriveled fingers resting on the long table
slumbering under the web of fallen suns.
The sweet flower of burial grounds
will come to rouse them,
with the warm wind that wears
this precinct’s tarnished gold.
–
LA BALLENA Y EL FOTOGRAFO
La había visto por la ventana
de la casa en penumbras
cuando la noche de los faros
entraba
en el sueño de los grillos.
A través de las luciérnagas
iluminando el horizonte de aquel mar tenebroso
la ballena lo llamaba con su cola de adioses.
Hasta que la vió venir
en la madrugada mansa
dormida en el estertor de las olas.
Alistó su Kodak
y como un viejo amigo
le tendió la mano.
La ballena lo presintió desde sus sueños de aceite
desde las cuevas anteriores a la luz
donde un cristiano viejo avanzaba,
lámpara en mano,
entre el espinazo del cetáceo padre
anclado en las arenas de Aquitania.
Preparó el foco, dejando caer sobre ella
el vaho de avena de aquella mañana blanca.
Con la cola fosfórica, ahora cruda
entre la luz,
la misma de las despedidas en las noches,
lo empujó mar adentro,
hacia la profundidad de hielo
donde se hacen astillas los cristales.
Sentado en el aproche, el fotográfo espera ahora su momento,
con el vocerío de los braceros gritando en sus ojos.
Ella retozó con él y llevó su reflex
hasta las auroras glaciales
donde sus hijos comparten
el pan azul
de los témpanos boreales.
Los sueños le traen,
entre la música de los gritos marinos,
un coletazo como un flash
iluminando su noche.
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THE WHALE AND THE PHOTOGRAPHER
He’d seen her through the window
of the house in shadows
when night’s floodlights fell
on the crickets’ slumber.
The whale beckoned him
its tail bidding farewell
in the light of fireflies
of that dark sea’s horizon.
Until he saw her come
in the gentle dawn
sleeping on the calmed waves.
He readied his Kodak
and like an old friend
stretched out his hand.
The whale sensed him
in her unctuous dreams
in her ancient caverns
before the light of an Old Christian
proceeding, lantern in hand,
along the backbone of the cetacean father
beached on the sands of Aquitane.
He readied the lens and let fall
over her the foggy breath
of that white morning.
With the phosphoric tail, raw
in the light, that same one of
evenings’ farewells, she pushed him to sea,
toward the icy deep
where crystal splinters.
Seated on the pier, the photographer
awaits his moment,
dock-workers shouts
screaming in his eyes.
She frolicked with him and
took the flash
to the glacial dawns
where her children break
the blue bread
of northern ice.
Dreams deliver him,
along with music of maritime sounds,
a heavy tail-slap like a flash
brightening his evening.
–
CUANDO EL CINE LLEGO
La rueca del proyector
repite en la pared
los jabs silenciosos
de Joe Louis
sobre el rostro de Schmelling.
Los terrazgueros aplauden
sentados sobre troncos
en mitad de la plaza.
Un payaso venido de las sierras
transmite a voces
desde el carro de los vermífugos
y el eco de su corneta de latón
asordina
la tempestad próxima.
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WHEN THE MOVIES CAME TO TOWN
The projector’s wheel
replays on the wall
the silent jabs
of Joe Louis
against Schmellings’s face.
The peasants clap
seated on tree-trunks
in the middle of the square.
A clown come down from the sierras
broadcasts voices
from the vermifuges’ truck
while the echo of his brass horn
muffles the approaching storm.
–
SOLO ESO
Me ofrece una daga sarracena
un reloj de leontina
un camafeo inglés con una escena de caza
un cristo quiteño
una moneda cuadrada de un país remoto
una lámpara bohemia
un balancín
una campana sin badajo
una brújula
un santo sin ojos
una navaja turca
un breviario de nácar
un farol de madera
una pitola de cañón largo
un estilete
dos damajuanas para guardar aceite
un cofre de porcelana
un ciervo de bronce
una máquina Underwood...
Señor anticuario:
sólo ando buscando
unas muletas.
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SOLELY THAT
He offers me a Sarracen dagger
a pocket-watch
an English cameo with a hunting scene
a Christ from Quito
a square coin from a remote country
a bohemian lamp
a balancing pole
a bell without its clapper
a compass
an eyeless saint
a Turkish pocket-knife
a mother-of-pearl breviary
a wooden lantern
a long-barreled gun
a stiletto
two demijohns for holding oil
a porcelain coffer
a deer made of bronze
an Underwood typewriter.
Anticuarian, sir, all I’m looking for
is a pair of crutches.
–
LA PIPA DE PAPA
Antes de empezar a escribir,
fiera enjaulada,
doy veinte pasos adentro
de la casa,
veinte pasos afuera,
visito cinco veces el baño
y hago un inventario
de todo lo perdido:
Aquel libro de Flaubert,
robado por la buscona,
las gafas Rayban de mi padre,
verdes y fuertes en su estuche de cuero...
(En aquel tiempo la “Bauch & Lomb” hacía mejores
gafas para enviar a la guerra,
para que Mac Arthur las luciera
en los momentos históricos captados por LIFE).
Cuánto extraño esas antiparras
lucidas por el viejo en el primer
toque de la Sonora Matancera
en la isla.
Enumero después
el anillo de grado perdido en una prendería,
mi Remington portátil
robada por un mesonero
en una pensión de tierra fría,
-ojalá, a la Mano Poderosa
lo entrego, se encuentre ardiendo
en los profundos infiernos-
el libro de Stendhal, “Rojo y Negro”,
perdido en algún trasteo.
En aquella casa del barrio bohemio,
habitada por marihuaneros y mequetrefes,
alguien tomó de mi anaquel
“Hojas de Hierba”
dedicado por mi mejor amigo.
Ah...tendría que mencionar
también
los veinte poemas de amor
refundidos en un garaje
de mi primer divorcio.
La pipa de papá todavía ahumada
en sus bordes
como cachimba de marinero
también se extravió
no sé donde.
Esculco cajones
desempolvo retazos de tardes
nunca sabré de las cosas perdidas.
El casette,
el libro,
mis mancornas de escolar
con sus buhos de oropel desconchado
la vida es un reguero de olvidos.
Terminaré extraviado
sin saber quién me lleva
al paraíso
o a la ruina.
P.D.: Si alquien sabe de alguna de estas cosas, favor devolverlas al autor. Es por el tiempo acumulado en ellas.
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FATHER’S PIPE
Before beginning to write,
caged beast,
I take twenty steps inside
the house,
twenty outside,
visit the bathroom five times,
and take stock
of all that’s been lost:
That book by Flaubert,
picked by the swindler,
my father’s Ray Ban glasses,
green and sturdy in
their leather case... (At the time
Bauch & Laumb made better
eye-wear meant for the war,
so that McArthur could show them off
in those historical moments captured by LIFE).
How I miss those specs
worn by the old man on the island’s first
performance of Sonora Matancera.
I number then
the ring
willingly lost
in a second-hand shop,
my portable Remington
stolen by a keeper
of a boarding-house in a cold country
-I hope, I entreat the
Almighty, that
it may be found
burning in deep hell-
Stendhal’s book, “The Red and the Black”,
lost while moving.
In that house of the bohemian quarter,
inhabited by dope-fiends and whippersnappers,
someone took off my shelf
“Leaves of Grass”,
dedicated by my closest friend.
Oh...I should also mention
the twenty love poems
misplaced in a garage
of my first divorce.
Father’s pipe blackened
at the rim,
a sailor’s pipe,
mislaid also
I know not where.
I burrow through chests
dust off afternoon strips
I’ll never know what’s become
of lost things.
The cassette,
the book,
my school cufflinks
of rusty owls
life is a thin stream o forgetfulness.
I’ll wind up a stray
not knowing who’ll take me
to paradise
or to ruin.
P.S. If anyone knows the whereabouts of these things, please return them to the author. Due to the time residing in them.
–
*Libros publicados:
Luces de navegación, (Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 1987, Medellín,
Edit. Uniantioquia)
Las nueces del ruido (Premio Nacional de Poesía “Luis Carlos López”, Cartagena de Indias,
1989. Edit. Embalaje, Roldanillo)
Esta risa no es de loco (Premio Nacional de Cuento “Ciudad de Bogotá-V Centenario del
Descubrimiento”, 1992. Educar Editores, Bogotá)
De la hostia y la bombilla, el Pacífico en prosa, antología, 1992, ( Edit. Universidad del Valle,
Cali)
Jazz para difuntos (Novela, Xajamaia Editores, Bogotá 1993)
Su obra poética y en prosa aparece seleccionada en numerosas antologías colombianas y extranjeras.
En la actualidad Arias es corresponsal para los Estados Unidos de la revista Cambio de Colombia, cuyo presidente es el premio de Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, y columnista del diario HOY de Nueva York. Próximamente será presentada en España su novela “Que es un soplo la vida”, en la cual narra el retorno del cadáver del cantor de tangos Carlos Gardel, entre Colombia y Argentina en 1936. La novela aparecerá con el sello editorial Alcayuela, de Salamanca.
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[1] Las traducciones fueron realizadas por George Abdelnour, profesor del Departamento de Lenguas Modernas y Literatura de Trinity College en Hartford, Connecticut.
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