..
http://ntcblog.blogspot.com , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
-
Alejandra y Daniela,
poetas asultanadas
Prólogo para el libro doble
Oscuridad en Luz Alta y Big Bang
Jotamario Arbeláez
A esta edad, ya debería volverme serio, como en gran
parte me estoy volviendo,
pero me sigue siendo mal visto eso de andar descubriendo
niñas poetas y poniéndolas en aprietos como el mercado libre de la poesía, que
es de los peores mercados,
por más estupefaciente que resulte ese artificial paraíso
que es el poema.
El producto difícilmente se vende, si se vende no se lee
y si se lee no se entiende,
el que lo entiende lo entiende mal y el que lo entiende
bien por lo general se siente ofendido.
Pero entre aquellos que lo compraron, lo leyeron y lo
entendieron como era
se crea una cofradía casi idólatra, que justifica el
empecinamiento y el sacrificio.
Pues no todas las coronas son necesariamente de espinas.
Por lo menos en el amor, los poetas continúan haciendo barridas.
Hace ya 45 años me encontré con una niña de 3 que tenía
vocación de poeta.
Desde el primer momento, luego de leerle a Kafka y Rimbaud,
me comenzó a dictar poemas —era en la época del hippismo—,
que yo le conseguía
publicar en el suplemento de El Tiempo, en El País y en algunas
revistas. “Yo escribo como si estuviera hablando dormida”, explicaba.
A los 7 años una universidad de Bogotá le publicó la
compilación de sus cuatro años de trabajo, con el título de El mago en la mesa. La bauticé María de
las Estrellas.
Se estropeó en un accidente de tránsito antes de cumplir
los 14, mientras adelantaba Filosofía y Letras en Los Andes, con el patronazgo
de Germán Arciniegas, y cursaba el bachillerato por radio. Me dejó grogui.
Me salto otras poetas infantiles para no fatigar el
recuerdo.
Hace 10 años, en el Museo Nacional, tropecé a una niña
poeta de 14 que me impactó, tanto por la belleza de su sonrisa dispersa por
todo el cuerpo en maduración como por la dulzura mordaz de los textos que
acababa de leer.
Había nacido en Restrepo, Valle, y se disponía a seguir
estudiando en Cali. Su nombre era Alejandra Lerma. La anoté en mi libretita
para seguirle las pistas.
Las he seguido. No ha bajado la guardia con sus poemas,
ha hecho sucesivas lecturas, ha ganado concursos, se firma Alejandra de las
Estrellas,
y ahora me alarga un libro con su última producción, Oscuridad en Luz Alta, que me deslumbra.
No sé quién se le habrá muerto después de su hermano o se
le esté por morir,
pero la Muerte tan está de lleno entre sus asuntos que
luego de leerla queda uno viendo las estrellas del más allá.
Y ella la trata sin ningún trascendentalismo, en la forma
corriente que tiene la poesía urbana y coloquial de enfrentarse a las
contingencias de la desgracia.
La sombra de la Szymborska se cierne majestuosa sobre
Alejandra, aportándole su humor crítico y cítrico, como también se sienten
correr en sus líneas melodías pop.
Siento que Alejandra ha encontrado un lenguaje y hace uso
de él para romper conciencias y muros. “Arderás, mi pequeña demonia / en tu
infierno preciso”, se autocondena. De
ser así, me ofrecería a compartir la paila. Es una broma. Yo ya ni ardo.
Semanas atrás conduje de la mano a Alejandra y Daniela
Prado a una sesión, In Memoriam de Óscar Collazos *, de la Tertulia del Pacífico* que dirige el
doctor Adolfo Vera Delgado,
y fueron una conmoción poética, social y psicosexual. El
cineasta Palau les clavó la cámara. El novelista Edgard Collazos les tomó
apuntes.
Gabriel Ruiz Arbeláez (NTC ...), Edgard Collazos, Alejandra Lerma, Jotamario Arbéláez, Daniela Prado y Carlos Palau
Tertulia Médica No. 137 *. Fotografías y grabaciones: MIC de NTC …
Tertulia Médica No. 137 *. Fotografías y grabaciones: MIC de NTC …
Entre los contertulios estaba Gabriel Ruiz y María Isabel
Casas, quienes irradian la fabulosa publicación virtual NTC ... , que siento que las ha de impulsar por sus redes de pescadores de imágenes.
Daniela Prado es demonio de otro costal. Ironista como
ella sola, tiene el don de la picardía que hace de cada expresión un choque de
trenes con mariposas.
Es una poeta filósofa, desacralizadora y descreída de
todo.
Yo diría que es la última nadaísta, la que tira la mano y
esconde la piedra, porque es pacífica. Y porque para eso tiene tantas manos
como el ciempiés.
Ella misma lo dice: “Soy un derrumbe con dos pies /
izquierdos”.
Si se sonríe es para burlarse de todo, incluso de sí
misma, cual es la filosofía de los grandes humoristas.
La he visto manejar la noche como un Mercedes, todos los
jóvenes la acatan, y estoy hablando de los duros.
Tiene pasta de líder que no es Pepsodent. Y una sonrisa
que cae de perlas. Lo que se propone lo logra diciendo no. No se deja manosear ni del hombre del brazo
de oro.
Se la ve como descendiente de los teatreros del absurdo,
con un aire de monja zen, se supone que muerde duro.
Me he enfrascado en su libro Big Bang y he
brincado de júbilo al sentir que una sardina caleña se exprese poéticamente con
tanta vehemencia jubilosa, con tanta pirueta desenfadada y humor tan loco.
Le expuse los vericuetos que conocía del amor, como hizo
Adán con Lilith
y ella se dignó clavarme sus grandes ojos como si fuera
un batracio un batracio.
Le conté que cuando una vez en Cali, a las tres de la
mañana, una burguesa le preguntó al profeta del nadaísmo: “Gonzalo, ¿por qué
nos tenemos qué morir?”, él le respondió: “Porque si, ranita, porque yo no hice
el mundo”. Croamos juntos.
No creo que Daniela crea en banderas, pero ha de portar
al menos el palo del nuevo emblema poético poética juvenil
a partir del Valle del amor que no de más lágrimas.
Y de la Sultana que las cobija a ambas con su título
nobiliario.
Aunque mi vida no la llevo perdida de ninguna forma y no
tengo por qué cambiarla,
me la juego por este par de poetas asultanadas que con su
libro doble, Big Bang y Oscuridad en Luz Alta,
van a azotar las calles de Cali, de Colombia y del
exterior a través del papel del libro y el de las redes redentoras de los
poetas.
Reciban, Alejandra Lerma y Daniela Prado, un beso en cada
uno de sus poemas.
Jotamario Arbeláez
Agosto, 2015
----
NTC ... NoTiCa:
Parte de este PRÓLOGo se publicó en El País, Cali, Agosto 25, 2015. Versión impresa
Y en la versión digital, Agosto 24 de 2015 - 23:41
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/jotamario-arbelaez/alejandra-y-daniela
Parte de este PRÓLOGo se publicó en El País, Cali, Agosto 25, 2015. Versión impresa
Y en la versión digital, Agosto 24 de 2015 - 23:41
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/jotamario-arbelaez/alejandra-y-daniela